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Neurorrehabilitación bailando. Descubre las claves

  • Categoría de la entrada:Neuropsicologia

“Danzar significa, ante todo, establecer un vínculo activo entre el hombre y la naturaleza. Es el primer conocimiento sintético y estético del mundo; inmediatamente anterior al concepto y la palabra.”Roger Garaudy

Todos, quien más y quien menos, hemos bailado alguna vez en nuestra vida, sin embargo, el baile no tiene por qué ser visto como ese bochornoso momento en que tus padres (con una copa de más) bailaron en la boda de tu prima, o de los movimientos descompasados de ciertos individuos en una discoteca a las 6 de la mañana. El baile no es sólo cosa de bailarinas con tutú o de “dirty dancing”, y es que, además de ser un arte, puede ser un ejercicio ideal para la neurorrehabilitación de nuestros pacientes y todos podemos beneficiarnos de él.

La danza puede verse como una actividad multifacética, que combina varios elementos en una sola experiencia, incluyendo la estimulación física y cognitiva (como la percepción, la  memoria y las emociones), las interacciones sociales y la estimulación multisensorial. Además promueve el bienestar, la calidad de vida y la salud. Es una forma amena, divertida y bastante eficaz para la rehabilitación y al parecer también como prevención, ya que bailar protege al cerebro a largo plazo.

Baile y cerebro

Hasta los pasos de baile más sencillos necesitan de una coordinación mental complicada para ejecutarse, facilitando la activación de una serie de áreas en nuestro cerebro.

Al realizar un paso, el sistema sensorial motor tiene que realizar una serie de cálculos complejos relacionados con la concepción del espacio, del equilibrio y de la intención entre otros.

Los sensores que tenemos por todo el cuerpo mandan al cerebro una gran cantidad de datos sobre la posición exacta que ocupamos y nuestro cerebro procesa en un instante toda esa información para generar el movimiento.

El córtex parietal posterior recoge la información visual, la traduce en órdenes motoras y las envía a las áreas motoras, allí se generan los impulsos neuronales hasta la médula espinal y los músculos.

Se ha demostrado que los bailarines expertos tienen una red sensoriomotora modificada estructuralmente, incluyendo regiones como la corteza premotora, el área motora suplementaria y el putamen. Esto es debido a que el baile requiere una formación intensiva en las habilidades motoras como el control de la postura exacta y la coordinación de movimientos motores gruesos y finos. (Dhami, 2015)

Bailando con Gardel

Una de las aplicaciones más populares del baile como terapia ha sido con pacientes con la Enfermedad de Parkinson (EP). Y es que el baile incluye muchas de las características clave que se recomienda en la terapia física para esta enfermedad:

  • Incluye el uso de señales externas: a través de la música o el movimiento de la pareja.
  • Enseña estrategias de movimientos específicos y funcionales para los pacientes.
  • Incorpora ejercicios de equilibrio
  • Actúa como ejercicio aeróbico
El baile en estos pacientes da lugar a mejoras significativas en el equilibrio, la marcha, la rigidez, el funcionamiento de la extremidad superior y la movilidad funcional. También mejora la calidad de vida y la motivación.

Se ha estudiado mucho en pacientes con Parkinson los beneficios del tango en particular, y es que este baile tiene como paso básico el caminar, por lo que sirve como medio para centrar la atención consciente caminando, mejorando su rendimiento y evita los problemas de la congelación de la marcha entre otros.

Del mismo modo, la estimulación auditiva rítmica de la música mejora el rendimiento de caminar, ya que según los estudios, las señales auditivas pueden pasar por alto los ganglios basales y acceder al área motora suplementaria a través del tálamo o acceder a la corteza premotora a través del cerebelo. (Earhart, 2009)

De una forma lúdica, los pacientes practican movimientos funcionales para ellos, como puede ser caminar hacia atrás o el giro. El tango incluye pausas por lo que también la iniciación del movimiento se practica en muchas ocasiones a lo largo de la danza.

Además la danza, es multitarea, con lo cual su práctica mejora su rendimiento y su realización a largo plazo mejora la atención, la concentración, la memoria y las funciones ejecutivas entre otras.

Bailar pegados es bailar

No sólo los enfermos de Parkinson se benefician de ésta práctica, también se han obtenido resultados positivos con personas que han sufrido accidentes cerebrovasculares, mejorando su equilibrio, movilidad, resistencia y capacidad de doble tarea bailando tango. (Hackney, 2012) y también mejoró la toma de decisiones y la memoria a corto plazo (Dhami, 2015)

También son positivos los resultados de bailar salsa con personas con esclerosis múltiple. (Mandelbaum, 2015)

En cuanto a los pacientes de Alzheimer, mejoraron la capacidad visoespacial y la planificación en comparación con el grupo control. (Dhami, 2015)

 

¿Bailamos?

Como ves, bailar fomenta el bienestar emocional, cognitivo y físico de la persona. Tiene un gran impacto sobre la calidad de vida, mejorando nuestras redes sociales. Al ser una actividad agradable y divertida nos motiva y ayuda a que el paciente se adhiera al tratamiento más fácilmente. La danza nos ofrece un método único de ejercicio físico para inducir neuroplasticidad y mejorar la cognición.

Podemos bailar solos o acompañados, a cualquier hora del día y en cualquier lugar, y lo mejor de todo es que es GRATIS.

 

Así que….¿A qué estas esperando para bailar?

 

 

Bibliografía:bailarina

Dhami, P., Moreno, S., & DeSouza, J. F. (2014). New Framework for Rehabilitation-Fusion of Cognitive and Physical Rehabilitation: The Hope for Dancing. Name: Frontiers in Psychology5, 1478.

Earhart, G. M. (2009). Dance as therapy for individuals with Parkinson disease. European journal of physical and rehabilitation medicine45(2), 231.

Hackney, M. E., Hall, C. D., Echt, K. V., & Wolf, S. L. (2012). Application of adapted tango as therapeutic intervention for patients with chronic stroke. Journal of Geriatric Physical Therapy35(4), 206-217.

Hashimoto, H., Takabatake, S., Miyaguchi, H., Nakanishi, H., & Naitou, Y. (2015). Effects of Dance on Motor Functions, Cognitive Functions, and Mental Symptoms of Parkinson’s Disease: A Quasi-Randomized Pilot Trial. Complementary Therapies in Medicine.

Mandelbaum, R., Triche, E. W., Fasoli, S. E., & Lo, A. C. (2015). A Pilot Study: examining the effects and tolerability of structured dance intervention for individuals with multiple sclerosis. Disability & Rehabilitation, (0), 1-5.
McKee, K. E., & Hackney, M. E. (2013). The effects of adapted tango on spatial cognition and disease severity in Parkinson’s disease. Journal of motor behavior45(6), 519-529.

Shanahan, J., Morris, M. E., Bhriain, O. N., Saunders, J., & Clifford, A. M. (2015). Dance for People With Parkinson Disease: What Is the Evidence Telling Us?. Archives of physical medicine and rehabilitation96(1), 141-153.

 

 

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