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¡Marchando una de Neuro!

  • Categoría de la entrada:Neuropsicologia

“Se dice que los grandes acontecimientos del mundo tienen lugar en el cerebro. Es en el cerebro, y sólo en el cerebro, donde los grandes pecados del mundo tienen lugar también.” (Oscar Wilde)

 

Neuromagia, neurocoaching, neuronutrición, neuromúsica, neuropolitología, neuroteología, neurodiseño, neuroderecho….. y podría seguir así hasta el infinito. En los últimos años hemos sido testigos de cómo el prefijo neuro adoptaba más y más poder y es que todo lo que tenga que ver con el cerebro nos seduce.

¿A qué se debe esta moda? ¿se nos está yendo de las manos?

¿A qué es debido este apogeo por la neuro? 

La década del cerebro empezó en 1991 y desde entonces las investigaciones sobre neurociencia han subido como la espuma. Esto no es de extrañar ya que desde entonces (y sobre todo en esa década) el financiamiento en ese ámbito creció rápidamente. Uno de los requerimientos que se les exige a los investigadores es que sean originales, que innoven. Desde entonces han emergido nuevas disciplinas y pseudo-disciplinas acompañadas del prefijo neuro. De esta manera se llama la atención, se le otorga una apariencia de importancia y se consiguen los fondos para el estudio.

Además el cerebro vende, da igual lo que sea, si tiene un cerebro bien visible o la palabra neuro nos creemos lo que sea y compramos. Tiene una gran influencia en la gente y los medios de comunicación aprovechan el impacto para viralizar sus titulares sacando de contexto los resultados obtenidos o generalizándolos.

En esta charla Ted, Molly Crockett expone los peligros que conllevan las malas interpretaciones de los resultados científicos. Los resultados reales de su estudio eran que si se reducía el aminoácido triptófano la gente era más susceptible de querer vengarse cuando las trataban injustamente. Los titulares de los periódicos fueron: “Un sandwich de queso es todo lo que necesitas para la toma de decisiones” , “Comer queso y carne podría estimular el autocontrol” y “¡Oficial!, el chocolate evita el mal humor”. El estudio no tenía nada que ver con queso o chocolate.

 

Las empresas y expertos en marketing se aprovechan de estas afirmaciones para vender productos que nada tienen que ver con las investigaciones ni con la neurociencia. Si has visto el video habrás visto la “neurobebida” que te ayuda a reducir el estrés, mejora el estado anímico y proporciona mayor concentración.

También las pseudo-ciencias sacan tajada de la fascinación por el cerebro y se llenan los bolsillos con métodos inventados, solo incorporando el prefijo neuro a su nombre o nombrando partes del cerebro que estén implicadas ya tienen el éxito asegurado.

Como señala Calderón Delgado el problema no es tanto el uso de este término sino el tipo de estudios que se promueven y la forma, algo precipitada, en el que se divulgan sus conclusiones. Algunos de estos estudios sí que son serios y relevantes pero son la excepción.

La era del neuro todo

En el artículo de Amir Muzur e Iva Rincic puedes ver el año en el cual fueron registrados  diferentes términos con el prefijo neuro que se siguen usando hoy en día. Entre ellos:

  • Neuroderecho (1995): estudia los efectos de los descubrimientos de la neurociencia sobre las reglas y normas legales
  • Neuroestética (2006): estudio de las bases neurológicas implicadas en la contemplación y creación de una obra de arte.
  • Neuroeconomía (2003): estudia las bases neurológicas de la toma de decisiones, la asuncion de riesgos y la evaluación de recompensas.
  • Neuroantropología (2006): estudia la influencia de la cultura sobre el funcionamiento del cerebro.
  • Neuropolítica (1977): La política a través de la cual la vida cultural se mezcla en la composición de procesos corporales y cerebrales o la comprensión de cómo el cerebro humano organiza su orientación política.

Pero esos no son los únicos, cualquier cosa es susceptible de encajar con el prefijo neuro. Y es que todo se podría comprender y analizar desde una perspectiva neurocientífica.

Pero el hecho de ponerle el prefijo a cualquier cosa no la convierte en disciplina científica por arte de magia, ni da por hecho que vaya a explicar el funcionamiento del cerebro por usar neuroimagen, ni le añade ningún valor. Lo único que consiguen es confundir a la gente que tienen que averiguar si lo que tienen delante realmente se trata de una disciplina científica o es solo una estrategia de marketing más.

 

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  • Calderón Delgado, L. (2017). La Neurociencia: una postura crítica frente al “boom” por la “neuro”. CES Psicología, 10(1), 1-3.
  • García-Albea, J. E. (2011). Usos y abusos de lo ‘neuro’. Revista de Neurología, 52(10), 577-580.

  • Muzur, A., Rincic, I. (2013). Neuro-crítica: un aporte al estudio de la etiología, fenomenología y ética del uso y abuso del prefijo neuro. JAHR. Vol. 4 Nº7

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