“¿Cómo puedo no conocer hoy tu rostro mañana, el que ya está o se fragua bajo la cara que enseñas o bajo la careta que llevas, y que me mostrarás tan sólo cuando no lo espere?” JAVIER MARÍAS
Reconocer las expresiones faciales en una conversación no verbal es fundamental para inferir el estado de ánimo de la otra persona, interpretar correctamente su mensaje o sus intenciones. Al cambiar nuestra forma de comunicarnos (mensajes, redes sociales, chats…) hemos sustituido las caras por emojis para poder transmitir nuestras emociones.
Los emoticones son signos de puntuación que forman una cara como :-) y ;-) y los emojis surgieron a finales de los 90 como ideogramas o pictogramas. Ha sido tal su influencia en nosotros, que cada vez más académicos están investigando sobre estos iconos. Estas investigaciones provienen de los campos de la informática, comunicación, marketing, educación, psicología, medicina, lingüística… Y tanta es su fama que el diccionario Oxford en 2015 eligió como palabra del año el emoji que llora de risa.
Los emojis se han convertido en una parte esencial para la comunicación digital, ¿Pero cómo se ha adaptado nuestro cerebro a esta nueva forma de comunicación? ¿Procesamos la ironía de igual manera si es generada por emoji que por palabras? ¿Hay diferencias entre hombres y mujeres en el uso de emojis?
¿Pueden los emojis sustituir una cara?
Algunos estudios han comparado las respuestas neuronales entre emojis y caras reales.
Un estudio con electroencefalografía (EEG) realizado por Churches, (2014) mostró que los emoticones basados en texto podrían evocar un potencial cerebral similar a las caras reales.
También hay alguna evidencia de que las oraciones enriquecidas con emoticones activan regiones cerebrales asociadas con información verbal y no verbal con mayor fuerza en comparación con el texto sin formato (Yuasa, Saito y Mukawa, 2011).
Además, los resultados de Gantiva (2018), sugieren que los emojis son procesados corticalmente y generan estados emocionales subjetivos similares a los que se producen en el rostro humano, y que la empatía afectiva modula la codificación del emoji.
Por otra parte, Martin Weib (2019) demostraron que los emojis pueden capturar información social comparable a como lo hacen las caras reales y eso influye en el comportamiento.
En resumen, la evidencia apunta a que tanto los emojis como los emoticonos son capaces de activar algunas áreas cerebrales del mismo modo que los rostros humanos.
¿El genero del remitente influye en la interpretación de los emojis?
A pesar de que los emojis nos ayuden a proporcionar un contexto emocional y nos facilite la comprensión y la interpretación de un mensaje, esta interpretación a menudo puede ser ambigua.
Las mujeres usan el doble de emojis en comparación con los hombres y los usan de diferentes maneras. Esto sumado a los estereotipos y expectativas sobre este género (por ejemplo que se espera que las mujeres estén más orientadas a las relaciones, comprendan y apoyen) podría hacer que se perciban sus mensajes de manera diferente.
Butterworth (2019) y su equipo confirmaron que los textos con emojis cariñosos se consideraban más apropiados y agradables cuando provenían de mujeres que de hombres. Sin embargo, los textos con emojis menos cariñosos pero amigables se consideraron igualmente apropiados, pero más agradables, cuando provenían de hombres que de mujeres.
Esto podría ser debido a que no se espera que los hombres muestren tanta emoción en su comunicación, y cuando lo hacen pueden recibir una reacción más positiva que las mujeres.
¿La ironía generada por emojis se procesa de manera similar a la ironía generada por palabras?
Como hemos dicho antes, una de las funciones de los emojis y emoticones es indicar el propósito del hablante en la comunicación virtual, tan necesario por ejemplo cuando queremos ser irónicos.
Weissman (2018) llevó esto a la práctica mediante tres experimentos en los cuales los participantes leyeron oraciones que terminaban con un emoji congruente, incongruente o irónico. Por ejemplo:
Congruente: frase positiva con emoji sonriente, frase negativa con emoji con el ceño fruncido.
Incongruente: frase positiva con emoji ceño fruncido, frase negativa con emoji sonrisa.
Ironía: una oración positiva o negativa acompañada de un emoji guiño.
Los resultados de los tres experimentos revelaron que la ironía recibida por emojis provoca la misma respuesta cerebral que la ironía entregada por palabras.
Juguemos un rato…
Además de ayudarnos en nuestras conversaciones virtuales y hacernos la vida más fácil, los emojis también nos permiten divertirnos y poner nuestro cerebro a trabajar. Son muchas las “adivinanzas” que puedes encontrar representadas por emojis. Desde títulos de películas, canciones, refranes…
¿Te atreves a resolverlo?
Bibliografía
- Bai, Q., Dan, Q., Mu, Z., & Yang, M. (2019). A Systematic Review of Emoji: Current Research and Future Perspectives. Frontiers in psychology, 10, 2221. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2019.02221
- Butterworth, S. E., Giuliano, T. A., White, J., Cantu, L., & Fraser, K. C. (2019). Sender Gender Influences Emoji Interpretation in Text Messages. Frontiers in psychology, 10, 784. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2019.00784
- Churches, O., Nicholls, M., Thiessen, M., Kohler, M., y Keage, M. (2014). Emoticons in mind: An event-related potential study. Social Neuroscience, 9, 196-202.
- Gantiva, C., Zarabanda, A., Ricaurte, J., Calderón, L., Ortiz, K., & Castillo, K. (2019). Efecto de la empatía afectiva sobre el procesamiento cortical de emojis. Pensamiento Psicológico, 17(1), 7-17.
- Martin Weiß, Patrick Mussel & Johannes Hewig (2019): The value of a real face: Differences between affective faces and emojis in neural processing and their social influence on decision-making, Social Neuroscience, DOI: 10.1080/17470919.2019.1675758
- Martínez, E., & Martínez, D. (2016). El impacto de los emoticonos en la actividad cerebral. Ciencia Cognitiva, 53-55.
- Weissman, B., & Tanner, D. (2018). A strong wink between verbal and emoji-based irony: How the brain processes ironic emojis during language comprehension. PloS one, 13(8), e0201727. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0201727
- Yuasa, M., Saito, K., y Mukawa N. (2011). Brain activity when reading sentences and emoticons: An fMRI study of verbal and nonverbal communication. Electronics and Communications in Japan, 94, 17-24.